
Dra. Eva Willaert Jiménez-Pajarero
Coordinadora
- Listado de miembros
Dra. Carla Zamora Olave
Dr. Jordi Martínez Gomis
- Argumento principal:
Pese haber sido un tema ampliamente debatido por la Odontología, la publicación en 2013 en el Journal of Oral Rehabilitation del documento de Consenso Internacional sobre la definición y gradación diagnóstica del Bruxismo advertía que hasta el momento no existía ningún consenso en la definición ni en la gradación diagnóstica del bruxismo. En este momento, se propone la definición de bruxismo como “una actividad repetitiva de la musculatura masticatoria caracterizada por el apretamiento o rechinamiento de los dientes o tensión o empuje mandibular, que puede presentar dos manifestaciones circadianas: bruxismo del sueño y bruxismo de la vigilia”. De esta definición se deduce que el bruxismo va más allá del contacto dental. De hecho, los estudios polisomnográficos han demostrado que no todos los episodios de bruxismo van acompañados de sonidos de rechinamiento dental.
Posteriormente, en 2018 un nuevo documento work in progress señala como objetivos: (i) aclarar más la definición de 2013 y desarrollar definiciones separadas para el bruxismo de sueño y de vigilia; (ii) determinar si el bruxismo es un trastorno o una actividad que pueda llegar a representar un factor de riesgo para ciertas afecciones clínicas; (iii) reexaminar el sistema de gradación diagnóstica de 2013 y (iv) desarrollar una agenda de investigación. El documento de 2018 propone definiciones separadas para el bruxismo del sueño y el bruxismo de la vigilia, dos condiciones que pueden presentarse de manera concomitante en muchos pacientes y que pueden compartir factores de riesgo y consecuencias clínicas. En el caso del bruxismo del sueño, el más estudiado gracias a la polisomnografía, el documento de consenso actual lo define como “actividad de la musculatura masticatoria rítmica (fásica) o no rítmica (tónica) y no es un trastorno del movimiento o un trastorno del sueño en individuos sanos”.
La prevalencia de bruxismo del sueño en la población general disminuye del 14%-20% en la infancia al 3%- 8% en la edad adulta. En cambio, la prevalencia del bruxismo de vigilia varía entre 12 % en la infancia y aumenta en edad adulta hasta en un 20 % de la población.
Aunque se desconocen las causas y los mecanismos del bruxismo del sueño primario, se han descrito diversas hipótesis etiopatogénicas. Lo que sí evidenciaba la investigación desde los años ochenta del siglo pasado hasta la actualidad era el origen central y no periférico del bruxismo. Por un lado, factores de riesgo psicológicos tales como ansiedad, estrés e hipervigilancia. Hay evidencia emergente que muestra que tanto el bruxismo del sueño como el de vigilia reflejarían a menudo afecciones psicológicas en individuos con ciertas características de personalidad (ansiedad, sensibilidad al estrés, patrón de evitación). Otra de las hipótesis que se han postulado guarda relación con la reactividad fisiológica del sueño (despertares del sueño con actividad autónoma, eventos respiratorios). Si bien se ha propuesto que ciertos neurotransmisores (serotonina, dopamina, noradrenalina, histamina) desempeñarían un papel indirecto en la génesis del bruxismo del sueño, su contribución exacta a la actividad muscular masticatoria rítmica (AMMR), el marcador fisiológico del bruxismo del sueño, sigue sin determinarse.
Los criterios polisomnográficos establecen los puntos de corte para un bruxismo de baja frecuencia de 2 a 4 episodios AMMR por hora de sueño y de alta frecuencia a partir de 4 episodios AMMR por hora de sueño.
A partir del documento de consenso de 2018 se prefiere el término “evaluación” del bruxismo del sueño al de “diagnóstico”. Así, se consideraría la evaluación subjetiva, la clínica y la instrumental. Ante la evidente dificultad de acceso a pruebas de sueño como la polisomnografía, que se reservarán para aquellos casos de sospecha de otras comorbilidades en Medicina del Sueño, y también debido al problema de la validación de dispositivos portátiles simplificados para evaluar la actividad muscular durante el sueño, la evaluación subjetiva y clínica cobran una especial relevancia. Es cierto que los cuestionarios de autoevaluación presentan una validez de débil a moderada con respecto a la polisomnografía por motivos obvios, pero la información acerca del apretamiento o rechinamiento dental durante el sueño referida por los pacientes y confirmada por los familiares o compañeros de sueño, con todas sus limitaciones, puede complementarse con una exploración clínica por parte del odontólogo. De este modo, la American Academy of Sleep Medicine (AASM) propone unos criterios para la evaluación clínica del bruxismo del sueño que son de fácil implementación en nuestra práctica clínica diaria basándose en aquellos signos y síntomas que exhiben mayor correlación con la actividad bruxista evaluada mediante polisomnografía. En el caso del bruxismo de vigilia, la aparición de aplicaciones para los teléfonos móviles basadas en la recogida de datos en tiempo real (Ecological Momentary Asessment, EMA) ofrece posibilidades de evaluación que se añaden a los cuestionarios y a los registros electromiográficos portátiles, éstos últimos en contínuo desarrollo pero de difícil validación y aplicación clínica.
El bruxismo del sueño presenta posibles vínculos complejos con otros trastornos del sueño, como el insomnio, la apnea obstructiva del sueño (AOS), el síndrome de las piernas inquietas (SPI), el trastorno de la conducta del sueño REM o la enfermedad de reflujo gastroesofágico (ERGE). La fisiopatología y la relevancia clínica de los episodios de bruxismo en esas situaciones pueden variar, desde una asociación no específica hasta una relación temporal entre diferentes condiciones. Deberá prestarse especial atención a aquellos pacientes con bruxismo que sí refieren una mala calidad de sueño, pues seguramente otras condiciones estarán presentes de manera concomitante.El bruxismo del sueño, el de vigilia y los hábitos orales presentan también una importante comorbilidad. Un tercio de los pacientes con bruxismo presentan ambos tipos, del sueño y de la vigilia, de manera concomitante. El documento de consenso de de 2018 presenta una definición separada para bruxismo de vigilia como “una actividad de la musculatura masticatoria durante la vigilia caracterizada por el contacto dental sostenido o repetitivo o por tensión o empuje de la mandíbula, y no es un trastorno del movimiento en individuos sanos”.Un instrumento útil para indagar en los hábitos orales del paciente lo constituye el instrumento especifíco del protocolo de Criterios Diagnósticos de Trastornos Temporomandibulares de INFORM (International Network for Orofacial Pain and Related Disorders Methodology). El autoinforme de hábitos orales sí se ha demostrado como un fuerte predictor de la aparición de disfunción craneomandibular en el único estudio prospectivo en población general acerca de los factores de riesgo implicados en la disfunción craneomandibular, OPPERA (Orofacial Pain Prospective Evaluation and Risk Assessment).Sin embargo, la relación entre el bruxismo y la Disfunción Craneomandibular sigue sin aclararse. Observamos en clínica como muchos bruxistas no presentan dolor y los resultados de los estudios en cuanto a esta relación son dispares dependiendo del método de evaluación del bruxismo.
- Interés:
Recientemente se ha propuesto una ampliación del término bruxismo que englobaría aquel espectro de actividades musculares masticatorias que pudieran ocurrir además de la AMMR.
Se ha presentado también un proyecto de herramienta estandarizada multidimensional para la evaluación del bruxismo (STAB) cuyo objetivo sería el de llegar a determinar el estatus de bruxismo del paciente separando la etiología de las consecuencias y eliminándose así la distinción clásica entre bruxismo del sueño primario y secundario que tradicionalmente ha venido considerando la Medicina del Sueño.
Así pues, el estudio del bruxismo constituye un campo de gran interés tanto para el odontólogo general como para el experto en dolor orofacial y que viene experimentando un cambio de paradigma en los últimos diez años, generando gran debate a nivel internacional en todos sus aspectos, desde la definición, hipótesis etiopatogénicas, evaluación, comorbilidades, consecuencias clínicas y manejo.
- Objetivos:
Actualización de los conocimientos acerca del bruxismo del sueño y de la vigilia según el paradigma actual para el odontólogo general.
Difusión de las herramientas para la evaluación clínica del bruxismo para el odontólogo general.
Capacitar al odontólogo general para la detección o sospecha de patologías que con frecuencia se presentan de manera concomitante a la actividad bruxista, que deberán referirse al especialista y requerirán de un diagnóstico y abordaje adecuados.
Difusión de un algoritmo de manejo clínico del bruxismo conforme a la evidencia científica actual.
- Actividades que pretenden realizar:
* Organización de webinars de puesta al día sobre bruxismo.
* Promover la presencia de especialistas en la programación de la reunión anual de Sedcydo sobre la temática de bruxismo.
* Interactuar con especialistas de otras sociedades en campos como la Medicina del Sueño, Neurofisiología, Psicologia, Psicobiología, Neurología, Fisioterapia.